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Tipos de ataque:

 

Vuelos de vigilancia y ataque inicial

El objetivo de este tipo combinado de vuelo de vigilancia y ataque inicial es efectuar una respuesta rápida a incendios incipientes (por ejemplo, después de una tormenta con aparato eléctrico) de tal forma que se ataque la zona de mayor potencial, retrasando la evolución del incendio y permitiendo a los medios terrestres realizar su control y liquidación. La eficacia de esta estrategia se basa en su alta velocidad de crucero (350 km/h.) y su largo alcance (1.300 km.), por lo que pueden responder a más de una actuación inicial en el mismo vuelo y batir una amplia superficie.

 

Ataque inicial y directo

Las operaciones aéreas de ataque directo consisten en realizar las descargas directamente sobre las llamas, siguiendo el perímetro. El ataque directo es efectivo con longitudes de llama relativamente bajas y cuando su tiempo de descarga sea corto y pueden realizar repetidas descargas. Esta metodología de trabajo se emplea para el apoyo de equipos de tierra que también realizan ataque directo con herramientas manuales o líneas de agua, con el fin de bajar la intensidad de llama y facilitarles la labor. Para la contención de focos secundarios también se aplica este ataque.

 

Ataque paralelo

Las operaciones aéreas de ataque paralelo consisten en realizar las descargas sobre el combustible verde, paralelas al perímetro del incendio (normalmente a menos de 30 m.) con el objetivo de ralentizar la propagación lateral de los flancos del incendio al encontrarse éste con un mayor contenido de humedad del combustible. Esta metodológía de trabajo se emplea cuando la intensidad es alta, donde la aplicación de agua sobre las llamas se demuestra poco efectiva. La utilización de retardantes de largo plazo ralentiza de manera más eficaz la combustión del combustible en comparación con el uso de agua sin aditivos.

 

 

Ataque indirecto

Las características del ataque indirecto se basan en el pretratamiento de los combustibles (en los flancos o en la cabeza respectivamente) con retardante a largo plazo que favorezca el trabajo de las unidades terrestres y dificulte o interrumpa la propagación del incendio. Su objetivo principal es ampliar y/o consolidar las líneas de control (naturales, artificales o ejecutadas por maquinaria pesada o manualmente) y mejorar las condiciones de seguridad  de las unidades de tierra.